martes, 25 de octubre de 2011

Todo cambia.

Y en menos de un instante… todo cambia.
Dejamos el pasado atrás, y nos lanzamos hacia lo desconocido: nuestro futuro. Partimos hacia lugares remotos para intentar encontrarnos a nosotros mismos. O, intentamos perdernos explorando placeres más cerca de casa. Los problemas empiezan cuando nos negamos a aceptar los cambios, y nos aferramos a viejas costumbres.
 Pero si nos aferramos demasiado al pasado, puede que el futuro no llegue nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario